23 mayo, 2022

Rutina facial completa para una piel grasa o mixta

Las pieles mixtas y grasas son las más habituales, incluso en la edad adulta. Estas pieles se caracterizan por producir un exceso de sebo lo que se traduce en brillos e imperfecciones como los poros dilatados, los puntos negros y los granos. Si tu piel es mixta o grasa, te contamos cómo cuidarla y qué productos puedes usar.

Diferencias entre piel mixta y piel grasa

La piel mixta es la que tiene la zona T (frente, nariz y barbilla) con características de la piel grasa y el resto es más seco. La piel grasa, en cambio, presenta toda la tez con exceso de secreción sebácea. En ambas son habituales los brillos a lo largo del día, los poros dilatados, las espinillas y también los granos, porque son más propensas a sufrir brotes de acné.

La piel grasa es más habitual durante la adolescencia, sin embargo, hay personas que pueden también tenerla en la edad adulta. La piel mixta es la más habitual en la edad adulta.

Cómo cuidar la pieles mixtas y grasas

Estas pieles necesitan productos específicos que ayuden a regular el exceso de sebo, pero sin deshidratar. En ocasiones, se abusa de productos demasiado agresivos que terminan por resecar la piel, así que no es extraño encontrarse con pieles mixtas y grasas deshidratadas.

Entre los cuidados más importantes está la limpieza, que debe ser muy exhaustiva pero suave, con productos que respeten la piel, pero ayuden a limpiar bien los poros, evitando que el sebo allí acumulado pueda taponarlos y convertirlos en granitos y puntos negros.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que estas pieles necesitan productos oil free, es decir, sin aceites que incrementen el sebo, y no comedogénicos, es decir, que no taponen los poros. Los cosméticos con efecto matificante ayudaran a evitar que los brillos aparezcan conforme pasan las horas.

En líneas generales, la rutina es similar a otro tipo de piel: limpieza, hidratación, exfoliación y protección solar. Pero la diferencia la van a marcar los activos. En estas pieles conviene usar activos como el ácido salicílico, el ácido glicólico, el ácido azelaico, los retinoides… Todos los productos, así como el maquillaje, deben estar formulados de forma específico para este tipo de piel, para evitar que empeoren.